Vuelvo a casa, a Barcelona. He terminado mi formación en radiocomunicaciones marítimas (GMDSS) y siento que ha sido una experiencia extraordinaria. A la hora de concluir cualquier etapa de la vida laboral y personal, hay que saber valorar lo vivido y extraer conclusiones constructivas.
Uno de los aspectos que más me ha gustado es la filosofía y el estilo de vida que cada uno teníamos en el grupo. Todos compartíamos algo en común, la forma de valorar la vida. El contacto con la naturaleza. Saber lo que es verdaderamente tener tiempo libre. Poder viajar sin mirar el reloj. Disfrutar de otra manera. Trabajar cinco o seis meses al año y vivir el resto del año más que bien.
A lo largo de mi vida laboral, me han ofrecido trabajos tan buenos en el mar que te llegas a replantear si vale la pena trabajar intensamente sólo unos meses al año. La experiencia vital que te da navegar es incalculable y hace desarrollar tus competencias al máximo.
Eso sí, tiene sus inconvenientes. ¿Qué vale dormir cada noche en casa? ¿Qué precio tiene ver cada día a tu familia? Zarpas ahora y te despides de tus hijos hasta octubre. No me imagino siendo madre y dejando a mis hijos con su padre cinco meses siendo pequeños. ¿Me reconocerán cuando vuelva? ¿Cuántos años querré dejar el mar por estar con ellos?
Muchas veces reflexiono sobre la definición del éxito. Y si tiene tanto sentido seguir luchando por los objetivos sólo existentes en este tipo de sociedad. No descarto irme a cualquier parte del mundo con mi familia y vivir de la navegación. Lo alternativo puede ser una forma de éxito. Y conforme pasa el tiempo más claro veo que mi éxito consiste en ser feliz y poder vivir con un trabajo digno.
Uno de mis compañeros, Benjamín, se despidió de mí con dos besos, un abrazo y un apretón de manos. Buenos vientos y buena proa, me dijo. Mucha suerte y ojala nos encontremos de nuevo.
“No hay nada más seductor y esclavizante que la vida humana en el mar.” Joseph Conrad
Cuando comento mi formación entre personas que recién conozco, siempre me miran un poco extrañados. Y es que relacionar el mundo de RRHH con ser Patrón de altura es algo inusual, pero no por ello improcedente. En esta entrada voy hablar de algunas preguntas que siempre suelen hacerme relacionadas con mi trabajo como Psicóloga de RRHH y Patrón de Altura. ¿Por qué me hice marino? Mis padres poco tenían que ver con la navegación pero me inculcaron el amor por el mar. Mi padre me enseñó a pescar y mi madre siempre bailaba conmigo de pequeña en una cala cerca del puerto de Jávea. De ahí nació mi afición al mar y luego ha ido creciendo. Lo que me llevó a hacerme patrón es esa combinación de libertad y adrenalina que te aporta la navegación a vela.
¿Qué relación tiene con RRHH? Aparentemente es un mundo alejado de la psicología y los RRHH. Pero si profundizamos encontramos muchas similitudes e incluso espacios comunes y transversales. Resulta indispensable para ser un buen patrón aprender sobre gestión de personas, desarrollar su liderazgo y trabajar en equipo. Ninguna de estas áreas se trabaja en la formación como patrón, pero todas se trabajan como experto en desarrollo de RRHH.
¿Es suficiente con amar lo que haces? No. Está muy lejos de la realidad creer que sólo con pasión conseguirás lo que te propones. Hace falta formarte y aprender mucho –no sólo en estos sectores laborales, yo diría que en cualquier otro-. Así que para llegar a tus objetivos siempre doy los siguientes consejos: Traza un detallado plan de acción. Haz que tu identidad digital sea visible. Estudia tu competencia. Muestra lo que sabes. Muévete rápido. Estudia tu perfil y piensa cuál es tu factor diferencial.
¿Qué estoy haciendo ahora? Estoy en Isla Cristina realizando la formación de Operador General del Sistema Mundial de Socorro y Seguridad Marítima (GMDSS). Se trata de una formación que me especializa en radiocomunicaciones. Actualmente, compagino este curso intensivo con mi actividad como formadora y asesora laboral. Soy la única mujer en el grupo y la edad en esta formación está entre 30 y 50 años, soy de las más jóvenes. Estar aquí, me hace recordar por qué decidí ser Patrón de Altura de Marina Mercante. Escucho hablar a mi compañero Ramón, y veo la ilusión por navegar. Su abuelo fue marinero, él también lo es. Sabe lo significa trabajar 24 h. sabe lo que es estar sólo y resolver un problema, sabe cómo leer los vientos, en definitiva, sabe lo es navegar. Todos son patrones o marinos con experiencia. Benjamín, es marinero de proa a popa como él dice, pero es muchísimo más. No es del todo consciente del tremendo valor de su trabajo. Es un compañero al que admiro. Lo que sabe no se enseña en ninguna escuela. Es pescador. Uno de los trabajos más duros que existen. Y quien haya pescado en un barco lo sabe. Benjamín, sabe por el avistamiento de un pájaro si hay pescado o no. Él sabe bien lo que es navegar, estar fuera de tu casa y no ver a tu a familia y aun así, seguir realizando lo que te apasiona.
¿Qué le digo a una persona que están en búsqueda de empleo? Lo primero, que se asesore por un experto en RRHH. Segundo, que actualice su cv y formación. Y por último, que desarrolle paso a paso que es lo que va a hacer cada día para alcanzar su meta.
En definitiva, trabajes o no, se trata de cada día dar un pequeño paso para formarte, aprender y marcar la diferencia. ¿Y tú, qué has hecho hoy por tu objetivo?
“Este capitán era uno de esos valiosos mortales que se encuentran en todo tipo de profesiones, aun en las más humildes; esa clase de persona a la cual todo el mundo está de acuerdo en llamar un hombre respetable.” Herman Melville
En esta entrada voy a hablar de una fase del proceso de selección que puede ser tan importante o más que la entrevista en sí: Qué hacer antes de ir a la entrevista. Imagina que tienes pensado emprender una travesía. Antes de zarpar debemos preparar nuestro barco a conciencia. Piensa cuál es tu destino y en función de eso estudia la mejor ruta a seguir. Una vez dejes tierra estarás sólo. La clave está en la preparación.
Se trata de un momento decisivo, por lo que hay que estar preparado. En la entrevista te la juegas, así que intenta armarte con recursos de valor.
1. Estudia la oferta de empleo y las funciones que tendrías que desarrollar. Qué requisitos piden. Piensa qué formación y experiencia tienes relacionada con el puesto y comunícaselo al entrevistador. Qué puedes aportar a la empresa.
2. Estudia la empresa. Qué tipo de empresa es. Qué valores tiene. Cuál es su misión. Cuál es su organigrama. En qué sector trabaja. Quién es su cliente. Quién es su competencia. Cuál es su política de RRHH. Toda la información que aportes de conocimiento será bien valorado por los responsables de la entrevista. Pensarán que te preocupas por el puesto y quieres formar parte del equipo.
3. Estudia al entrevistador. Qué edad tiene. Qué formación. Qué le gusta hacer en su tiempo libre. La clave es buscar puntos en común y crear sinergias. En cuanto puedas obtener empatía, habrás ganado puntos.
4. Estudia tu perfil. Estudia tu cv. Te preguntarán quién eres. Cómo te defines e incluso cómo te definen tus amigos o cómo lo haría tu último jefe. Querrán saber cuál es tu mayor logro y también y tu mayor dificultad. Te preguntarán cómo pasaste de un puesto a otro. Y si tienes algún espacio en blanco en el cv. Medita cuáles son tus fortalezas y tus áreas de mejora. Piensa cuál es tu objetivo profesional y cómo éste encaja en la empresa.
5. Piensa en qué quieres transmitir. Qué idea quieres dejar al entrevistador. Él debe llevar la entrevista pero aprovecha cada pregunta para ir sacando tus mejores cartas. Es posible que al finalizar te digan si tienes alguna pregunta, es el momento de cuestiones que transmitan tu intención de crecer dentro de la empresa. O quizá te digan simplemente si quieres añadir algo más. Éste es el momento del broche. Aprovecha la ocasión para que el entrevistador se quede con la idea que tú quieres.
Por último, mantén la calma. Lo importante es estar entrenado, conocerse bien y saber transmitir lo mejor de nosotros.
“Si bien lo miran, no hay nadie que no experimente, en alguna ocasión u otra, y en más o menos grado, sentimientos análogos a los míos respecto del océano” Moby-Dick. Herman Melville.
En esta entrada vamos a tratar un tema que me suelen preguntar muchas veces en las sesiones de coaching destinadas a la búsqueda de empleo. Una vez has trazado tu plan de acción, optimizado tu currículum vitae y completado tu perfil de linkedin o los portales de empleo ¿Qué más puedes hacer?
La respuesta es clara: Demostrar tu conocimiento sobre tu área profesional y poner en práctica las estrategias de posicionamiento en la red.
No hay recompensa sin trabajo. Conviértete en un profesional de referencia utilizando la red como tu mejor escaparate. Crea una web o un blog en el que muestres todo lo que sabes. Hoy uno de los aspectos más valorados en los reclutadores y en el SEO es la generación de contenido original y de valor. Así que, si quieres hacerte visible y posicionarte en la red, te recomiendo crearte un blog (WordPress es la plataforma que más me gusta), ponerte a escribir y aprender técnicas básicas de SEO y Community Management. Es un gran esfuerzo, pero la recompensa es inmensa: Lograrás ser diferencial y estar visible.
Una vez hayas creado tu espacio en la red (muchas opciones son válidas, desde un blog hasta grupos de Facebook, perfil de Linkedin o Twitter), habla de aquello que te apasiona, determina muy bien quién es tu público y traza un plan de acción para que la información le llegue al lector adecuado.
Una de las cuestiones más difíciles es determinar tu marca personal. Hacerse visible implica no sólo demostrar un conocimiento de tu área si no también tener claro y demostrar quién eres y por qué eres diferente. De todos los profesionales de tu área en qué destacas y cómo puedes demostrarlo. Quizá sea una formación, una experiencia o una característica personal. En mi caso es ser patrón de barco y las competencias que implica como navegante. Hoy, venderse como candidato o como empresa es lo mismo. Debes aprender a transmitir cuáles son tus valores, tu objetivo y diferenciarte con respecto a tu competencia.
«Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo. Evoca primero en los hombres y mujeres el anhelo del mar libre y ancho.»
Antoine de Saint-Exupéry
A lo largo de mi trayectoria profesional, me han preguntado muchas veces cómo hacer una vídeo-presentación o un vídeo-currículum. Para un cliente o seleccionador resulta clave poder valorar lo que sabes hacer en 1 minuto. Recientemente, leía un artículo de CNN Expansión que decía que el 90% de los empleadores se sentirán atraídos por un historial en ese formato, según una encuesta. Hoy ya no existe diferencia entre venderse como empresa o como candidato.
En este post voy a dar algunas claves para hacerlo:
1. Huye de lo clásico y no cuentes tu cv. Analiza tu sector y contrasta. Puedes encontrar muchos ejemplos y muy buenos de cómo hacer un vídeo currículum o una presentación de tu empresa. ¿Qué te ha gustado? ¿Qué te llama la atención? ¿Por qué es diferente? Apunta los puntos fuertes e intenta aplicarlo en el tuyo de forma personal.
2. Da una prueba de lo que eres capaz. Muestra qué has conseguido y qué puedes llegar a hacer. No se trata de leer tu cv, se trata de aportar soluciones y generar valor diferencial.
3. Prepara un guión. El esquema es el mismo que prepararías para hacer una conferencia de impacto o una presentación original. Plantéate cuál es tu objetivo, a quién va dirigido, a qué sector, a qué empresa, a qué personas, qué ofreces, en qué eres bueno y qué te hace especial. Recuerda que tienes pocos segundos para conquistar al entrevistador y conseguir despertar la curiosidad por ti.
Preséntate. Quién eres.
Las conclusiones al principio. Qué valor vas a aportar. De qué eres capaz.
Trabaja tu marca personal. Por qué eres diferente del resto.
Cuál es tu objetivo.
Realiza un buen cierre. No te olvides de facilitar tus datos de contacto y de dar las gracias a tu público.
4. Ensaya. Muéstrate natural. Deja que otros vean tu vídeo y así conseguirás feedback. Asesórate por un experto en comunicación o en RRHH.
5. Cuida los detalles. Piensa cuál va a ser tu escenario, piensa en el vestuario, cuida la luz y el audio, etc.
Por último, dale un toque diferencial. Aquí verás algunos casos de éxito.
«La mayor virtud de un marinero es una saludable incertidumbre.» Joseph Conrad.
Cuando imparto una formación sobre cómo hacer un vídeo-currículum me gusta poner ejemplos de diferentes perfiles que triunfan en la red. Éstos son algunos que he seleccionado publicados en 2014 y los clásicos que siempre funcionan:
Me gusta Message in a Red Bull bottle, por ser un ejemplo de superación personal y estar enfocado a conseguir un puesto para una empresa en concreto.
Nicolás da una muestra clara de lo que es capaz de hacer y de su experiencia laboral trabajando para diferentes marcas.
Nicolás Castán Videocurrículum Publicidad
Núria es docente y sabe transmitir cuál es su aportación como profesional al ámbito educativo.
CV Núria Fusté Massana
Enzo destaca por ser original y natural.
Vídeo Currículum. Enzo Vizcaíno
Buscando trabajo me gusta no sólo por ser una muestra de la calidad del profesional que hay detrás sino porque provoca emociones, clave de su éxito.